Las vallisoletanas aprovecharon su momento dulce
en la segunda parte para abrir una brecha
que resultó definitiva (30-22)
Otra vez. El Caja Rural Aula Valladolid está abonado a las remontadas en la Copa de la Reina. Lo hizo el año pasado y lo ha vuelto a hacer este. Con sufrimiento, con menos goles al contraataque de lo esperado y con muchísimo trabajo. Así consiguió el equipo de Miguel Ángel Peñas el pasaporte para la fase final de la Copa de la Reina. Las vallisoletanas se impusieron a un rocoso Balonmano Porriño, que aguantó 45 minutos vivo en la eliminatoria y que le puso muchos problemas a las blanquiazules. Al final, ocho goles de diferencia (30-22) que mandan a las de Miguel Ángel Peñas directas a pelear por un título.
Al Cara Rural Aula Valladolid encontró rápidamente el ritmo que le gusta, pero no pudo traducirlo en una diferencia clara en el marcador, ya que les faltó acierto y, además, se encontraron con Fátima Rosales, que cerró la portería gallega. El Balonmano Porriño sabía que no podía dejar que las vallisoletanas corrieran y por eso presionaba a Teresa Álvarez para evitar que las locales se encontraran cómodas. Pero el verdadero problema de las vallisoletanas era su falta de acierto en acciones claras, que les impedía lanzarse en el marcador.
El 6:0 de Miguel Ángel Peñas estaba funcionando bien y conseguía cortocircuitar el juego de las gallegas. El Balonmano Porriño sabía que tenia que serenar el partido, tratar de jugar ataques largos para desconectar a las vallisoletanas. Pero las pérdidas lastraban su idea inicial. El partido no acababa de decantarse para ninguno de los dos equipos y se llegó al ecuador de la primera mitad con una mínima ventaja para las blanquiazules (6-5).
En ataque, Danila So Delgado había regresado tras sus molestias en la rodilla con la clara idea de marcar la diferencia en el partido. Así que cogió las riendas en ataque y destrozó a la defensa gallega tanto con lanzamientos como con penetraciones. El Caja Rural quería correr tanto que se precipitaba en algunas ocasiones, lo que provocaba alguna inoportuna pérdida. Las exclusiones, exclusiones, dos de Elena Cuadrado y otra de Elba Álvarez, pasaron factura a la blanquiazules, que se atascaron en los últimos minutos del partido.
Ni siquiera la impresionante actuación de Lulu, que sumó nueve paradas en la primera mitad, fue suficiente como para que el Caja Rural Aula Valladolid se pudiera ir con una ventaja importante al descanso. Las vallisoletanas ya sabían que iban a sufrir y tratar de cerrar la conexión en seis metros con la pivote.
Las cosas no cambiaron mucho en la segunda mitad, con las dos porteras muy metidas en el partido y con el Balonmano Porriño consiguiendo frenar el ritmo del partido. Sabía Teresa Álvarez que necesitaba imprimir velocidad al encuentro y protagonizó una jugada clave. No solo anotó a la carrera, si no que forzó la exclusión de Haridian Rodríguez y lanzó a su equipo hacia arriba.
Porque en esa superioridad cimentó el Caja Rural Aula su primera ventaja significativa (18-14, min.11). El partido había llegado al punto al que querían las locales. Solo quedaba ver si eran capaces de rematarlo o si el Balonmano Porriño iba a poder responder. Y las gallegas lo hicieron con una gran conexión entre Tavares y Haridian, que frenaron el despegue blanquiazul.
Pero fue algo momentáneo. El Caja Rural Aula Valladolid sabía que había llegado el momento de apretar para llegar a esa ansiada ventaja de cinco goles. Y llegaron a la carrera de la mano de la conexión Teresa Álvarez-Cristina Cifuentes. 21-16. Al fin esos cinco goles que permitían soñar a las vallisoletanas.
Las gallegas quisieron reaccionar, pero se habían encendido todas las alarmas. Ismael Martínez tuvo que parar el partido con un tiempo muerto para intentar que el Caja Rural Aula Valladolid no terminara de romper el partido definitivamente. El técnico decidió vaciar la portería y jugar con siete de campo para buscar una mejora en su juego ofensivo.
A falta de diez minutos para el final, las vallisoletanas veían cerca la fase final de la Copa de la Reina (24-18, min.20). A las vallisoletanas solo les quedaba saber manejar con inteligencia los últimos minutos del partido. Y lo hicieron a la perfección. Sobre todo porque una exclusión de Sandra Fernández cuando restaban poco más de cinco minutos para el final le dio aire al ataque vallisoletano.
Pero la eliminatoria ya tenía un ganador. El Caja Rural Aula Valladolid vuelve a la fase final de su competición favorita.