Las blanquiazules acaban perdiendo (25-26) un partido que tuvieron controlado hasta los últimos diez minutos
Al Caja Rural Aula Valladolid le volvieron a fallar las piernas en los últimos minutos y terminó perdiendo un partido (25-26) que había tenido controlado hasta por siete goles de ventaja. Pero la victoria se le escapó ente los dedos en los dos últimos minutos, con un siete metros lanzado con el tiempo ya finalizado que le dio la victoria a las ilicitanas. Ni el gran partido en ataque ni la buena defensa durante 55 minutos sirvió para sumar la victoria.
Empezaron muy bien las blanquiazules, con una Teresa Álvarez que está mostrando su mejor juego en este tramo final de la temporada. Eso lo ha notado el equipo en los últimos partidos y lo volvió a sentir ante el Balonmano Elche, ya que las vallisoletanas consiguieron imponer su ritmo de juego. Y lo hicieron tan bien que en el minuto 7 ya habían logrado una ventaja de tres goles (5-2). Algo que tiene especial mérito ante el equipo ilcitano, que siempre plantea variantes defensivas que se les atragantan a las de Miguel Ángel Peñas.
La única mala noticia para las vallisoletanas era que habían conseguido minimizar al Balonmano Elche, pero la ventaja en el marcador era escasa. Un par de malas decisiones en los contraataques habían hecho que el Caja Rural Aula Valladolid no pudiera vivir mucho más tranquilo cuando ya se habían jugado diez minutos de partido. La ventaja se iba a disparar hasta los cinco goles en la inferioridad del Balonmano Elche por la exclusión de África Sempere. Las vallisoletanas aprovecharon su superioridad para firmar un parcial de 2-0 y lanzarse hasta el 8-3.
Elba Álvarez volvía a coger el mando goleador del equipo y con cuatro goles en los primeros quince minutos hacía que el Caja Rural Aula Valladolid volara en medio de un ataque coral. Excepto Teresa Álvarez, todas las jugadoras blanquiazules consiguieron anotar antes de que llegara el ecuador de la primera mitad. Las vallisoletanas bordaban su juego ofensivo.
Pero la verdadera mejora estaba atrás. Las vallisoletanas habían cerrado la portería de Lulu Guerra con un 6:0 que se cerraba muy bien y que no permitió apenas lanzamientos cómodos a la primera línea ilicitana. El buen hacer defensivo se reflejaba en e marcador, que mostraba solo 6 goles visitantes cuando ya se había cumplido el minuto 20 de juego (12-6).
Y con ese resultado llegó el momento de que la segunda unidad vallisoletana empezara a tener presencia. Isabel Colías y Rafiu salieron para dar aire a la defensa del equipo, mientras que Danilo So Delgado aportaba algo de frescura en ataque. Tras veinte minutos de vértigo, era el momento de bajar el ritmo.
Pero, a partir de aquí, se iban a multiplicar las malas noticias para las blanquiazules. A la doble exclusión de Isabel Colías y Jimena Laguna se sumaron las pérdidas de balón y una desafortunada lesión de Teresa Álvarez, que tuvo que que retirarse del campo después de sufrir una torcedura en el tobillo. Era el momento de que las blanquiazules sufrieran (13-8, min.25). Las pérdidas y los siete metros señalados en los últimos cinco minutos hicieron que el Caja Rural Aula Valladolid se fuera al descanso cuatro goles arriba (15-11).
Las vallisoletanas habían sabido aguantar en los malos momentos tras un inicio de partido casi perfecto y por eso habían logrado mantener una preciosa ventaja de cuatro goles que no era definitiva, pero sí importante.
La segunda mitad trajo la buena noticia de la recuperación de Teresa Álvarez, que pudo volver al partido con un fuerte vendaje en el tobillo. Pero las blanquiazules habían perdido frescura en ataque y les costaba más frenar el posiciones de las ilicitanas. Con todo, al Caja Rural Aula Valladolid le valía para mantenerse con cuatro goles de ventaja en el marcador (17-13, min. 37). Si los minutos iniciales de la primera mitad habían mostrado al Caja Rural Aula Valladolid más virtuoso, estos primeros minutos de la segunda exhibían a un equipo resiliente, con muchas ganas de sumar la victoria ante el Balonmano Elche.
Fueron también los minutos de Lulu Guerra, que firmó otra de esas grandes oportunidades con las que ya ha acostumbrado a Huerta del Rey. Con la canaria como seguro y Amaia G. De Garibay y Elba Álvarez como cañoneras, consiguió su máxima ventaja del partido (20-13, min.41). La vida volvía a sonreír y había momentos para ver grandes detalles de balonmano, como la increíble vaselina de Inoa Lucio en una contra. Las blanquiazules disfrutaban en el campo y hacían disfrutar en la grada.
Tampoco se rendía el Balonmano Elche, que era capaz de responder a los parciales de las blanquiazules a pesar de haber ido perdiendo casi desde el primer minuto. Su particular forma de agarrase al encuentro hacía que aún hubiera mucho en juego cuando quedaban quince minutos por delante (22-17, min. 45). Las vallisoletans estaban firmando un gran choque, pero las ilicitanas se negaban a descolgarse del partido. En esa ida y vuelta, el Balonmano Elche logró colocarse a tres goles (23-20, min. 48) para obligar a Miguel Ángel Peñas a pedir un tiempo muerto.
Pero el Balonmano Elche parecía haber dado con la fórmula para frenar el ataque vallisoletano, que se atascó en los minutos finales. Y cine los problemas nunca vienen solos, llegó la exclusión de Jimena Laguna a nueve minutos para el final. Las vallisoletanas se enfrentaban a verdaderos problemas después de haber tenido el partido controlado. Un parcial de 1-4 puso a las ilicitanas a solo dos goles de las vallisoletanas cuando aún quedaba mucho por delante. El partido había vuelto a empezar. Y ni en superioridad, que se saldó sin goles, consiguieron las blanquiazules reencontrarse con la fluidez en ataque. Una y otra vez se topaban con el muro visitante. A falta de res minutos para el final, ya solo dominaban por un gol (24-23). Y a falta de dos, el marcador ya estaba empatado (24-24). El cansancio había pasado factura a las blanquiazules.
Luego llegó el 2 de 10 en lanzamientos durante los últimos minutos y el siete metros que daba la victoria a las ilicitanas. De nuevo el cansancio pasaba factura al Caja Rural Aula Valladolid.