Las blanquiazules firman una victoria de oro que vale más de dos puntos (33-31)
Menos de un minuto en el marcador. Esther Arrojería recorría la pista con el balón mientras el marcador reflejaba un 31-30. Por unos segundos, el tiempo se detuvo en Huerta del Rey. Hasta que Alicia Robles se hizo enorme para detener ese balón y amarrar uno de esos partidos que valen más de tres puntos (33-31). Porque el Super Amara Bera Bera es el líder, es un equipo grandioso en todas las facetas, casi divino. Y, hoy, durante 60 minutos parecieron terrenales. Y fue gracias a los goles de O’Mullony y Jimena Laguna, pero también de la increíble defensa blanquiazul y del increíble partido coral de todas y cada una de las jugadoras.
Miguel Ángel Peñas planteó el partido con un cambio no habitual en ataque defensa. La cubana Lorena Téllez ponía la contundencia en defensa, mientras que Inoa Lucio entraba en la fase ofensiva. La jugada le salió bien el entrenador vallisoletano, ya que su equipo le aguantó el envite inicial al todopoderoso Super Amara Bera Bera, incómodo cuando no podía correr. Tanto como para llegar al minuto 10 por detrás en el marcador (7-5). Tanto como para obligar a Imanol Álvarez a pedir tiempo muerto y recolocar sus fichas.
En el otro lado, María O’Mullony comandaba el ataque vallisoletano, con cuatro goles en estos primeros minutos y muchas ganas de celebrar su reciente renovación. Con Jimena Laguna como escudería, el Caja Rural Aula Valladolid logró una diferencia de tres goles (9-6, min.14). Una distancia que se redujo hasta los dos tanto tras una exclusión de O’Mullony. El líder de la liga sufría en Huerta del Rey, pero su calidad y su velocidad explosiva lo mantenían muy vivo en el partido.
A falta de cinco minutos para el final de la primera mitad, las vallisoletanas aún estaban dos arriba en el marcador (15-13). La segunda unidad se mantenía en ataque, pero sufría la falta de kilos atrás, con las jugadoras más físicas del Caja Rural Aula Valladolid cogiendo aire en el banquillo. Y eso se notó en la pista, donde Martina Romero debutó y dejó algunas gotas de la calidad que hizo que Miguel Ángel Peñas se fijara en ella. El partido se volvió loco en el último minuto y medio, con un ida y vuelta que se saldó con un marcador de 17-17. Igualdad y derecho a soñar tras los primeros 30 minutos.
El paso por los vestuarios dejó un panorama diferente, con un Bera Bera más sólido que en la primera mitad. El Caja Rural Aula Valladolid fue capaz de responder al 0-2 de parcial al aprovechar una superioridad, pero el partido había cambiado de ritmo (19-19, min. 35). Y lo hizo más con la segunda exclusión de O’Mullony. Sin su máxima goleadora y en inferioridad, al Caja Rural Aula Valladolid se le escapaba el partido entre los dedos (19-21).
Aguantó el primer envite el equipo blanquiazul con Jimena Laguna y Lorena Téllez comandando en ataque para empatar (22-22), forzar la exclusión de Elke Josselinne y volver a creer. Y tanto creyó el Caja Rural Aula Valladolid, que Jimena Laguna devolvió la ventaja de tres goles a las locales cuando se rozaba el ecuador de la segunda mitad (26-23). Las vallisoletanas se aferraron a esa balsa de tres goles para superar los malos momentos y llegar con opciones a los últimos cinco minutos (31-30).
Ahí entró en juego la defensa blanquiazul, combativa hasta la extenuación, hasta un último aliento, que esta vez tuvo recompensa en esa parada de Alicia Robles y en el último gol de Irene Botella.